miércoles, 28 de diciembre de 2011

María de Portugal (¿?, 1313 - Évora, 18 de enero de 1357). Infanta de Portugal e hija de Alfonso IV el Bravo y Beatriz de Castilla.

Reina consorte de Castilla y León por su matrimonio con Alfonso XI el Justiciero, y señora de Guadalajara, Talavera de la Reina y Olmedo.



[editar] Orígenes familiaresHija de Alfonso IV el Bravo y Beatriz de Castilla. Por parte paterna fueron sus abuelos Dionisio I de Portugal y su esposa, la reina Isabel de Aragón y Sicilia. Por parte materna fueron sus abuelos Sancho IV el Bravo, rey de Castilla y León, y su esposa, la reina María de Molina.

Fue hermana, entre otros, del rey Pedro I de Portugal y de Leonor de Portugal y Borgoña.

[editar] BiografíaMaría de Portugal nació en 1313, siendo la hija primogénita del matrimonio formado por Alfonso IV el Bravo y Beatriz de Castilla.

Contrajo matrimonio con el rey Alfonso XI de Castilla, y la boda se celebró en Alfayates en septiembre de 1328. Alfonso XI, como parte de las arras, le entregó a María de Portugal las ciudades de Guadalajara, Talavera de la Reina y Olmedo.

No se trató de un matrimonio muy bien avenido, ya que Alfonso XI, en 1327, cuando se estaban estrechando los lazos con Portugal, conoció a Leonor de Guzmán, de la que quedó prendado, y al año siguiente, cuando ella enviudó, inició una relación amorosa con ella que desplazó a la reina legítima y que tuvo como fruto a diez hijos bastardos, aunque sólo cinco de ellos sobrevivieron, entre ellos el futuro rey Enrique II de Castilla.

Su padre, Alfonso IV, desde 1335, ejerció presión sobre Alfonso XI a fin de conseguir la separación de Alfonso XI y Leonor de Guzmán, implicando al papado, negando la colaboración militar contra los musulmanes, apoyando a los rebeldes castellanos contra su rey, e incluso invadiendo Castilla y León. Finalmente, por el acuerdo de Sevilla, del 10 de julio de 1340, Alfonso XI se comprometió a encerrar a Leonor en un convento y así consiguió el apoyo del portugués en la batalla del Salado, a pesar de que, una vez finalizados los conflictos militares, regresó con su amante e incumplió lo acordado en Sevilla.

A la muerte del rey Alfonso XI, ocurrida el día 26 de marzo de 1350, es cuando, junto a Juan Alfonso de Alburquerque, amo y mayordomo mayor del infante heredero Pedro, inicia una gran influencia en el gobierno del reino de Castilla. María de Portugal ordenó el asesinato de Leonor de Guzmán en 1351 en Talavera de la Reina. Después de la boda de su hijo Pedro I el Cruel con Blanca de Borbón, María de Portugal tomó parte en la revuelta nobiliaria en 1354, en contra de Pedro I.

María de Portugal otorgó testamento en la ciudad de Valladolid el día 8 de noviembre de 1351, y en él dispuso que su cadáver, revestido con el hábito de Santa Clara, recibiese sepultura en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, donde estaba sepultado su esposo, Alfonso XI el Justiciero, y que si a éste último lo trasladasen, hiciesen lo propio con sus restos mortales.[1]

La reina María de Portugal falleció en Évora el 18 de enero de 1357, a los cuarenta y cuatro años de edad.[2]

[editar] SepulturaDespués de su defunción, el cadáver de la reina María de Portugal recibió sepultura en Évora, hasta que fue trasladado al monasterio de San Clemente de Sevilla, bien por disposición de Pedro I el Cruel, según refiere Barbosa, o bien por disposición de Enrique II de Castilla, según refiere Diego Ortiz de Zúñiga.[3]

Los restos mortales de la reina María de Portugal reposan en un sepulcro de piedra sencillo, cobijado por un arco en el lado del Evangelio de la iglesia del monasterio de San Clemente de Sevilla.[4]

[editar] Nupcias y descendenciaFruto de su matrimonio con el rey Alfonso XI el Justiciero nacieron dos hijos:

Fernando (1332-1333). Fue sepultado en el monasterio de San Clemente de Sevilla.
Pedro I de Castilla (1334-1369), rey de Castilla y León a la muerte de su`padre, ocurrida en 1350. Contrajo matrimonio con María de Padilla, Blanca de Borbón y Juana de Castro. Sus restos mortales reposan en la actualidad en la cripta de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla.

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